La infidelidad de Pepito

Pepito y su pareja habían salido a cenar para celebrar los 15 años de conocerse, en ese momento ella le dice:

– Pepito hay algo que me inquieta mucho y quería preguntarte.

– Amor, no te preocupes, es nuestro aniversario, puedes preguntar lo que quieras, dime ¿qué es lo que te inquieta?

– El otro día estaba viendo en el telediario una encuesta sobre infidelidad y decían que el 100% de los hombres han engañado al menos una vez a sus esposas y desde entonces me pregunto, ¿cuántas veces te has acostado con otra mujer desde que estás conmigo?

Tras la pregunta, Pepito cayó inconsciente y fue trasladado al hospital.

– Doctor, dice la mujer de Pepito, se pondrá bien.

– Sí, no se preocupe, señora, ha tenido un pequeño infarto pero se recuperará. Pepito tuvo un evento de estrés extremo, trate de no alterarlo porque su situación aún es delicada y pronto despertará.

En ese momento Pepito se despierta y le pregunta a su esposa:

– Mi amor, ¿dónde estás?

– Tranquilo amor, no te esfuerces, descansa.

– Estoy bien amor, pero tuve un encuentro cercano con la muerte y eso me asustó mucho, creo que es hora de disculparme y ser sincero contigo.

– En serio entonces vas a contestar la pregunta que te hice.

– Sí amor entre el cielo y el infierno no hay secreto, pero prométeme que no me vas a molestar porque mi salud es un poco delicada.

– Vale te lo prometo, ahora dime cuantas veces me has engañado.

– Te he engañado tres veces amor.

– Tres veces en 15 años no está tan mal, podrías decirme cuando fueron esas veces.

– Bueno, te acuerdas de aquella vez que quisiste pedir un préstamo en el banco para empezar tu negocio y todos los bancos te rechazaron y un día de la nada el presidente del banco vino a firmar los papeles a la casa, bueno eso no fue casualidad amor.

– Oh Pepito, ¿hiciste eso por mí? Sabes que ahora te respeto más porque hiciste algo nada egoísta, bueno ¿cuál fue el número dos?

– Recuerdas la vez que te pusiste muy enfermo y necesitabas una operación muy arriesgada para quitarte un tumor de la cabeza y ningún médico quería tocarte y de repente el mejor médico de la ciudad vino a nuestra casa y se ofreció a hacer la operación.

– No lo puedo creer Pepito me salvaste la vida no puedo estar más agradecida contigo, con esto te confirmo que no me equivoqué al elegirte como mi pareja y ¿cuándo fue la tercera vez?

– Bueno ¿recuerdas el año pasado cuando quise ser presidenta del club femenino de la ciudad y te faltaron 25 votos para ganar?